viernes, 22 de julio de 2011

La espléndida boda de Carla Goyanes





Una boda en la que no hubo ni el más mínimo fallo. Estuvo perfectamente organizada, el lugar elegido para el enlace, es una auténtica preciosidad, “Finca Cortesín”, situada en el municipio malagueño de Casares, allí mismo se creó un altar donde se celebró la ceremonia religiosa, oficiada por el padre Ángel de mensajeros de la Paz, y por el padre Garralda, que ofició una ceremonia amena y simpática.

El acto estuvo amenizado por un coro rociero acompañando a Los del Río. La decoración corrió a cargo de Luís García Fraile amigo de los novios.

Al enlace acudieron más de 500 invitados, que para la ocasión lucieron sus mejores galas.

Carla Goyanes, la novia, lució un traje de la diseñadora catalana Rosa Clará, con escote en “V”, en tul de seda natural plisado, la falda de encaje chantilly, con cola de casi tres metros, Lució unos pendientes de oro blanco con brillantes, y una lágrima de ágata blanca, regalo de la familia Suárez, que fueron el comentario de todos los asistentes al enlace.

Cari Lapique, madre de la novia, muy elegante con un modelo en verde de Oscar de la renta, y como complementos, eligió unas joyas en oro blanco y diamantes de la firma Suárez, para la que trabaja, que eran un espectáculo de bonitas, su hija Cari, mucho más delgada, escogió para la ocasión unos pendientes de oro y amatistas “vintage”y pulseras de oro tubogas, también de Suárez.

Por su parte el novio, lució en su mano izquierda un reloj de la marca IWC, regalo de la que ya hoy es su esposa, cuando hicieron la petición de mano, que también la adquirió en la misma joyería.

Toda la familia Suárez acudió al completo, ya que son grandes amigos de los padres de la novia, a parte de la relación profesional que les une, porque cari Lapique trabaja para la firma de alta joyería.

Una boda clásica, con gran mezcla de amigos de los padres de los contrayentes, la princesa Gunilla Von Bismark, que llegó acompañada por su marido, Luís Ortiz, el hijo de ambos y su nuera, Carmen Martínez-Bordiú, con su marido José campos, muy moderno con chaqueta blanca, Nieves Álvarez y Nati Abascal, estupendas con un diseño de Giambattista Valli. Laura vecino, su nuera, llevaba también joyas de Suárez.

Fernando Fernández Tapias, con su esposa, Nuria González, con sus hijos que formaban parte del cortejo de pajes de los novios.

Elena Cue, y Ana Gamazo, sin sus maridos, tampoco quisieron perderse, la boda del verano entre otros.

Tanto el coctel, como la cena estuvieron perfectamente servidos por “Bodegas Campos” y los excelentes vinos de Alfonso Cortina, propietario de bodegas Pago de Vallegarcía.

Como es habitual, baile hasta las 8.30h de la madrugada y para cerrar chocolate con churros. Todos los allí presentes, lo pasaron estupendamente.

Todo un éxito. Enhorabuena

Carlos Pérez Gimeno

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